Cuatro personas murieron y decenas fueron heridas en el incendio de prisión Evin en Irán

16 de Octubre 2022

Cuatro presos murieron y 61 resultaron heridos en el incendio y los choques desatados la noche del sábado en la cárcel de Evin de Teherán, donde el régimen iraní mantiene recluidos a los presos políticos, indicó este domingo la autoridad judicial en su página web.

“Cuatro presos murieron a causa de la inhalación del humo provocado por el incendio, y 61 resultaron heridos”, indicó el portal Mizan Online, añadiendo que cuatro de los heridos estaban graves.

El incidente en la prisión se produjo en medio de las protestas desatadas hace un mes por la muerte de la joven Mahsa Amini tras ser detenida por la policía de la moral, pero el fiscal de Teherán, Ali Salehi, rechazó cualquier relación entre ambas cuestiones.

15 de Octubre 2022

Un incendio se produjo este sábado en la infame prisión de Evin en Irán, con imágenes publicadas en internet que muestran llamas y humo saliendo de la zona.

Se han reportado disparos y alarmas provienentes de la cárcel, utilizada principalmente para la detención de presos políticos.

Un funcionario citado por medios estatales dijo que los "problemas" que involucran a "elementos criminales" fueron los responsables del incendio.

Lo ocurrido se produce en medio de los mayores disturbios en Irán en décadas.

Los manifestantes intensificaron el sábado las protestas contra el gobierno en las principales avenidas y en las universidades de algunas ciudades de Irán. Observadores de derechos humanos reportaron cientos de muertos, incluidos niños, en momentos en los que el movimiento ingresó a su quinta semana. Los manifestantes corearon “Abajo con el dictador” en las calles de Ardabil, en el noroeste del país. También hubo protestas en las afueras de las universidades de Kermanshah, Rasht y Teherán según videos difundidos en las redes sociales.


Un incendio y disturbios fueron reportados en la cárcel, la mayor de Teherán y donde el régimen recluye a los presos políticos. El departamento de Estado norteamericano reclamó información precisa sobre lo sucedido.

El Departamento de Estado de los EEUU responsabilizó a Irán de la seguridad de los estadounidenses detenidos en la prisión de Evin (Teherán), escenario de un incendio y altercados este sábado. “Irán es totalmente responsable por la seguridad de nuestros ciudadanos indebidamente detenidos, quienes deberían ser liberados inmediatamente”, tuiteó el portavoz de la cancillería estadounidense, Ned Price.

“Estamos siguiendo con urgencia los informes de la prisión de Evin. Estamos en contacto con Suiza como potencia protectora. Irán es plenamente responsable de la seguridad de nuestros ciudadanos injustamente detenidos, que deben ser liberados inmediatamente”, afirmó el funcionario de Joe Biden.

El sábado por la noche se produjo un incendio y enfrentamiento en la tristemente celebre prisión de Evin, en Teherán, cuando el movimiento de protesta desencadenado por la muerte de Mahsa Amini bajo custodia entró en su quinta semana.

La prisión de Evin alberga a reclusos extranjeros, entre ellos los ciudadanos estadounidenses Siamak Namazi y el empresario Emad Shargi. Allí también está recluida la académica franco-iraní Fariba Adelkhah.

La cárcel, situada en el norte de Teherán, es tristemente célebre por los malos tratos infligidos a los presos políticos y por albergar también a detenidos extranjeros. Al parecer, cientos de los detenidos durante las manifestaciones por la muerte de Amini han sido enviados allí.

En las imágenes de vídeo compartidas por la organización Iran Human Rights, con sede en Oslo, se veían llamas y una columna de humo en el cielo nocturno, y se oía lo que parecían ser disparos.

“Un incendio se está extendiendo en la prisión de Evin” y “se escuchó una explosión” desde las instalaciones, dijo en Twitter el canal de medios sociales 1500tasvir, que vigila las protestas y las violaciones policiales.

La prisión de Evin alberga a reclusos extranjeros, entre Namazi, cuya familia reaccionó a los informes sobre el incendio y dijo en una declaración a la AFP, compartida por su abogado, que estaban “profundamente preocupados” y que no habían tenido noticias de él.

Instaron a las autoridades iraníes a concederle medios “inmediatos” para ponerse en contacto con su familia y a concederle un permiso “ya que está claro que no está seguro en la prisión de Evin”.

La hermana del otro ciudadano estadounidense Shargi, dijo que su familia estaba “adormecida por la preocupación” en un mensaje de Twitter.

El premiado cineasta disidente iraní Jafar Panahi y el político reformista Mostafa Tajzadeh también estarían detenidos en Evin.

“Se dispara mientras Evin arde”, dijo en Twitter Roham Alvandi, profesor asociado de la London School of Economics. “Si, Dios no lo quiera, los presos políticos perecen, será un acontecimiento de la magnitud del incendio del Cinema Rex en Abadán en agosto de 1978 que aceleró la caída del sha”.


En la ciudad de Sanandaj, punto álgido de las manifestaciones en la región kurda del norte, las escolares coreaban “Mujer, vida, libertad” por una calle céntrica. Las protestas estallaron tras la indignación pública por la muerte de Mahsa Amini, de 22 años, mientras estaba bajo custodia policial. Fue detenida por la policía de la moral iraní en Teherán por violar el estricto código de vestimenta de la República Islámica. El gobierno iraní insiste en que Amini no fue maltratada bajo custodia policial, pero su familia afirma que su cuerpo presentaba magulladuras y otros signos de haber sido golpeada tras su detención.

Al menos 233 manifestantes han muerto desde que las manifestaciones se extendieron por Irán el 17 de septiembre, según la organización estadounidense de defensa de los derechos humanos HRANA. El grupo dijo que 32 de los muertos eran menores de 18 años.

Anteriormente, Derechos Humanos de Irán, con sede en Oslo, calculó que habían muerto 201 personas. Las autoridades iraníes han desestimado los disturbios como un supuesto complot occidental, sin aportar pruebas.

La furia pública en Irán se ha unido en torno a la muerte de Amini, lo que ha llevado a niñas y mujeres a quitarse el pañuelo islámico obligatorio en la calle como muestra de solidaridad. Otros segmentos de la sociedad, incluidos los trabajadores del petróleo, también se han unido al movimiento, que se ha extendido a al menos 19 ciudades, convirtiéndose en uno de los mayores desafíos a la teocracia iraní desde el Movimiento Verde de 2009.

Los paros comerciales se reanudaron el sábado en ciudades clave de la región kurda, como Saqqez —ciudad natal de Amini y cuna de las protestas—, Bukan y Sanandaj. El gobierno ha respondido con una represión brutal, deteniendo a activistas y organizadores de las protestas, reprendiendo a personalidades iraníes por manifestar su apoyo, incluso confiscando sus pasaportes, y utilizando munición real, gases lacrimógenos y granadas ensordecedoras para dispersar a las multitudes, lo que ha provocado muertes.

En un video ampliamente difundido el sábado, se ve a los Basij, un grupo de voluntarios paramilitares vestidos de civil, obligando a una mujer a entrar en un coche y disparando balas al aire en medio de una protesta en Gohardasht, en el norte de Irán.

Agencias

15 de Octubre 2022