Brasil tambien gira hacia el Socialismo, el cercano de La Habana gana las elecciones

8.05 PM

Brasil tambien gira hacia el Socialiamo, Lula da Silva se impuso por la mínima diferencia en el ballotage más polarizado de la historia de Brasil y será de nuevo presidente. Con el 99,86% de los votos escrutados, el ex mandatario obtuvo el 50,90% frente al 49,10% de Jair Bolsonaro, y volverá al poder.

El líder del Partido de los Trabajadores e intimo de La Habana, usos Twitter para publicar la palabra “Democracia”, junto a una foto en la que se ve su mano y la bandera de Brasil.


El izquierdista Lula, de 77 años, superó en más de dos millones de votos a Bolsonaro y regresa así al poder que ocupó de 2003 a 2011 y después de pasar 19 meses en prisión por corrupción, condena que luego fue anulada.

Fue liberado por el Supremo Tribunal Federal, que en 2021 anuló sus condenas por errores en los procesos y falta de imparcialidad del juez Sergio Moro.

La elección de este domingo se produjo en un clima de tensión por la polarización entre dos candidatos antagónicos.

Bolsonaro, exmilitar de 67 años, buscaba la reeleción presidencial apelando a los valores ultraconservadores de derecha, mientras que su rival, Lula, fue sindicalista y es uno de los grandes representantes de la izquierda de América Latina.

Lula superó las dudas que genera el pasado de corrupción que rodeó sus años de gobierno, los cuales, sin embargo, son recordados por muchos con nostalgia por las buenas cifras económicas y las políticas sociales que puso en marcha.

Ahora encara un entorno económico menos favorable y deberá gestionarlo en un clima muy polarizado y un país dividido en dos mitades, como demuestra lo cerrada que fue la elección de este domingo.

Lula se impuso por el margen más estrecho en la historia de Brasil desde 1989, cuando se recuperó la democracia tras el fin de la dictadura.

El nuevo éxito electoral de Lula, que llegó a la política desde el sindicalismo y tras una infancia en la pobreza que le hace conectar con las clases más populares, se debe en buena medida al dulce recuerdo que tienen muchos brasileños de los años en que fue presidente, que contrastan con las duras crisis que siguieron.

Brasil vivió durante sus gobiernos una bonanza económica impulsada por los altos precios de las materias primas. Millones de personas salieron de la pobreza y ascendieron a la clase media con programas asistenciales y educativos del Estado.

En 2011, Lula dejó la presidencia con un índice de aprobación superior al 80%.

Lula fue un referente para la izquierda latinoamericana, considerado más apegado a las reglas de la democracia liberal que líderes "bolivarianos" como el entonces presidente venezolano Hugo Chávez.

Universidades del mundo lo distinguieron como doctor honoris causa y el entonces presidente estadounidense, Barack Obama, lo definió como "el político más popular del mundo".

Dejó un Brasil emergente que había descubierto grandes reservas de petróleo y fue elegido para albergar el Mundial de fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016 durante la presidencia de su sucesora y correligionaria del PT, Dilma Roussef.

Fuente BBC

6.05 PM

Todos los ojos están puesto sobre las elecciones en Brasil y la pregunta si seguirá la corriente de izquierda que avanza en América Latina. El derechista Jair Bolsonaro y el ultra izquierda Lula da Silva se enfrentan por la presidencia de Brasil, que mantiene a esa importantes nación en el continente pendiente de los resultados, y que ha estado profundamente dividida.

Poco tiempo después del cierre de las urnas, el Tribunal Electoral comenzó a difundir los primero resultados.

Con el 27,80% de las mesas escrutadas, aún muy pocos votos contabilizados, Bolsonaro obtiene el 51,13% de los votos y Lula el 48,87%.

La última encuesta del Instituto Datafolha publicada el sábado redujo la ventaja de Luiz Inácio Lula da Silva de seis a cuatro puntos, comparado con dos días atrás, con 52% de las intenciones de voto frente a 48% para el presidente.s

En la primera vuelta, los sondeos subestimaron el potencial de Bolsonaro, que finalmente acabó detrás solo por cinco puntos (43%-48%).

El mandatario se mostró confiado en su triunfo antes de votar en Rio de Janeiro: “Si Dios quiere, saldremos victoriosos esta tarde”. “La expectativa es de victoria”, dijo Bolsonaro, vestido con una camiseta amarilla de Brasil.

Bolsonaro acudió después al aeropuerto internacional de Rio para recibir a los jugadores del Flamengo, flamante campeón de la Copa Libertadores, con 40 millones de seguidores. Jugadores como Rodinei y Fabrício Bruno posaron junto al presidente levantando el trofeo.

Al emitir su voto en las afueras de Sao Paulo, Lula, vestido de blanco, se mostró convencido de que “el pueblo brasileño votará un proyecto en que la democracia vencerá” y deseó que “sea un día de paz” tras una campaña extremadamente tensa.

A diferencia de la primera vuelta cuando largas filas fueron el común denominador, este domingo la jornada ha transcurrido sin incansables esperas para acceder a las urnas.

La gente, sin embargo, fue precavida y prefirió llegar temprano y esperar por más de media hora a que abrieran las mesas que al igual que el pasado 2 de octubre quedaron habilitadas a las 8.00 hora local (11.00 GMT).

Hasta comienzos de la tarde, la situación era de calma en todo el país y a primera vista no se registraron peleas entre seguidores de ambos candidatos o acciones proselitistas que son prohibidas en esta fecha.

El próximo presidente de Brasil asumirá las riendas el 1 de enero.

Si gana Lula “será un gobierno débil”, dijo a la AFP Brian Winter, redactor en jefe de la publicación Americas Quarterly. “En Brasil resurgió un movimiento conservador muy fuerte” que se identifica con Bolsonaro.

Esto intensificará “la guerra de valores” en un eventual segundo mandato del presidente, que será una “época de la motosierra” para la Amazonía, donde la deforestación se disparó durante la gestión actual, agregó.

Agencias

30 de octubre 2022