Alarma Bipartidista en Washington por la Compra de Tierras Agrícolas por Parte de China

Una coalición de senadores republicanos y demócratas impulsa una ley para aumentar la supervisión federal, argumentando que la creciente adquisición de terreno por parte de adversarios extranjeros representa un riesgo para la seguridad nacional y alimentaria de Estados Unidos.

Una creciente preocupación une a legisladores de ambos partidos en el Capitolio: la adquisición silenciosa pero estratégica de miles de hectáreas de tierras agrícolas estadounidenses por parte de entidades extranjeras, con China a la cabeza de esta tendencia.

El epicentro del debate es un proyecto de ley, la "Ley de Tierras Agrícolas", impulsado por la senadora de Iowa, Joni Ernst. La legislación busca otorgar al gobierno federal una supervisión mucho mayor sobre estas transacciones para frenar la influencia de adversarios de EE. UU. en un sector vital.

La urgencia, según Ernst, se basa en una estadística alarmante: "China en particular ha incrementado sus inversiones agrícolas diez veces en la última década".

Una Amenaza a la Seguridad Nacional y Alimentaria

Los partidarios de la ley argumentan que el control extranjero de tierras agrícolas no es solo una cuestión económica, sino de seguridad. Temen que un adversario como China pueda dejar tierras sin cultivar para afectar el suministro de alimentos o utilizar las propiedades, algunas convenientemente ubicadas cerca de bases militares, para fines de espionaje.

"Limitar las oportunidades para que entidades extranjeras, especialmente adversarios como China, compren tierras de cultivo es de vital importancia", declaró Ernst. "China vendrá y comprará esa tierra, de modo que no podremos ponerla en producción, y ellos a su vez sí podrán".

Una Solución con Apoyo Bipartidista

A pesar de que demócratas y republicanos suelen discrepar sobre cómo enfrentar a China, esta iniciativa ha logrado un notable consenso. La senadora Ernst ha conseguido el apoyo de los demócratas Elissa Slotkin (Michigan) y John Fetterman (Pensilvania), así como de los republicanos Rick Scott (Florida) y Ted Budd (Carolina del Norte), demostrando que la preocupación abarca un amplio espectro geográfico y político.

No obstante, existen críticos que temen que una mayor supervisión federal pueda crear cargas regulatorias excesivas, retrasando o disuadiendo inversiones extranjeras legítimas en el sector agrícola estadounidense.

La Dimensión del Problema en Cifras

Los datos disponibles dibujan un panorama que los legisladores consideran preocupante:

  • Total de tierras en manos extranjeras: Aproximadamente 43 millones de acres de tierras agrícolas estadounidenses son propiedad de entidades o individuos extranjeros. La senadora Ernst lo pone en perspectiva: "Si sumamos todos esos acres, será más grande que el estado de Tennessee".
  • Propiedades chinas: Específicamente, China posee más de 350,000 acres en 27 estados.
  • Ubicaciones estratégicas: En Carolina del Norte, estado del senador Budd, China posee casi 50,000 acres, algunos cerca de instalaciones militares críticas. En Florida, estado del senador Scott, la cifra se acerca a los 13,000 acres.

Un informe de la Oficina de Responsabilidad Gubernamental (GAO) de 2024 advirtió que el seguimiento de estas adquisiciones es complejo, lo que sugiere que las cifras oficiales podrían no reflejar la totalidad del problema.

Múltiples Frentes Legislativos

La propuesta de Ernst no es la única. El senador de Missouri, Josh Hawley, presentó la "Ley para la Protección de Nuestras Granjas y Hogares de China", y existen proyectos similares en la Cámara de Representantes, lo que indica un movimiento legislativo coordinado para abordar el tema.

Reforzando este sentimiento, Brooke Rollins, exdirectora del Consejo de Política Doméstica de la administración Trump y actual presidenta del America First Policy Institute, declaró recientemente: "La agricultura estadounidense no se trata solo de alimentar a nuestras familias, sino de proteger a nuestra nación y hacer frente a los adversarios extranjeros que compran nuestras tierras de cultivo, roban nuestra investigación y crean vulnerabilidades peligrosas".

26 de Julio 2025